El espectáculo ‘Juana I: la semilla de la locura’ gira en torno a la figura de la reina Juana I de castilla, un personaje menos conocido de lo que parece.
Ana I. Roncero: ‘Juana I, la semilla de la locura’
Casi todo el mundo cree saber que se volvió loca por amor; algunos saben, además, que fue madre de Carlos V, el Emperador. No estaba destinada a ser reina, pero una serie de desgracias familiares hicieron que sobre ella recayera la sucesión de la corona. Y he aquí que, sin haber puesto nada de su parte, ella y su esposo reciben la herencia de los tronos más poderosos y ambicionados del mundo.
Juana estuvo enmarcada en su época por dos de los personajes más relevantes de la historia de España: la genial Isabel, su madre, y su hijo el Emperador Carlos V. Y esto ha hecho que aparezca como un personaje sin relieve del que sólo se recuerda su locura. Pero ¿realmente se volvió loca? Una mujer que no reinó, aún siendo la legítima reina, da mucho juego; y, si a esto añadimos la idea ampliamente difundida que doña Juana enloqueció por amor, nos lleva directamente a concebirla como un personaje legendario donde la realidad y la fantasía se mezclan.
El espectáculo pretende rescatar a la figura de Juana y aislarla del apelativo que tanto la determinó y nos determinó a la hora de acercarnos a ella: «la Loca». Y de la reducción que de ella ha hecho la historia.
