En tres días se finiquitaron las giras de tres producciones que han gustado mucho en prácticamente todas las plazas que visitaron a lo largo de su vida. Para nosotros y para el público más habitual de la compañía fue bonito comenzar nuestro clásico festival con una despedida (o tres despedidas para ser más correctos). Ésta fue la primera jornada de un festival que cuando finalice en la última semana de Abril con un precioso trabajo de Onírica Mecánica, habrá demostrado una enorme variedad tanto estética como vital, tanto artística como filosóficamente.
Los días 17 (22:00h.), 18 (22:00h.) y 19 (21:00h.) Elena Córdoba presentará en la segunda jornada de la ya decimoprimera edición del Isto Ferve, un bello solo de danza con el que podremos sumergirnos en su íntimo universo poético.
La mayoría del público de danza de este país ya conocerá a la creadora que se esconde bajo el nombre de Elena Córdoba y, de hecho, el público de Ensalle podrá recordar aquella pieza que presentó hace dos ediciones de este mismo festival: Atlas, el gigante y la vértebra. Ambas obras, la presentada en 2013 y la que nos ocupa, son dos muy buenos ejemplos para los que no tengamos la oportunidad de ver a Elena Córdoba con la continuidad que nos gustaría, pues forman parte de su ciclo Anatomía poética. Este ciclo, nacido en 2008, es un proyecto de creación y estudio sobre el interior del cuerpo, la historia de la anatomía y sus posibles desarrollos poéticos y coreográficos. En la IX edición disfrutamos de su visión de Atlas esa vértebra occipital que une el cráneo al resto de la columna y que fue bautizada con el nombre del Titán condenado a soportar el cielo sobre la tierra; en este año XI de festival Elena centra su atención en las células cardíacas tan ínfimas, tan obstinadas, tan inconscientes, tan hermosas. Para Elena Córdoba, algo tan mínimo como una célula del corazón es todo un universo a explorar lleno de tragedia y poesía.
«¿Sabes que un corazón fuera del cuerpo sigue latiendo si cuidas su equilibrio salino? ¿Hay algo más obstinado y más absurdo que olvidar que te has muerto?
Por eso quiero ser una obstinada célula del corazón y no dejar de latir y de bailar ni muerta.
Pienso en el latido y en el ritmo desde que miré detenidamente un cadáver y comprendí lo que significa dejar de latir. Trabajo sobre el latido para entender ese desastre en el que se convierte el cuerpo cuando se para el corazón. Trabajo sobre el latido (movimiento de los movimientos) para entender qué es el movimiento y qué significa la detención. ¿Será que siempre comprendemos por comparación? Trabajo sobre el latido para entender su ausencia. También podría decir que me acerco a la descomposición del cuerpo después de la muerte para entender qué coño es eso que nos mantiene vivos.
También existe un movimiento que empieza cuando se detiene nuestro corazón, que empieza cuando uno se muere. Ese movimiento es vertiginoso. Es un movimiento que no solo mueve las formas del cuerpo, sino que cambia su esencia. Es un movimiento que no he podido entender con mis ojos de bailarina, por eso me he asomado a él, por eso le dedico esta obra.
Cuando miré las imágenes de células del corazón latiendo aisladas, tuve la sensación de estar viendo una primera belleza. Las contracciones de esas células que no mueven nada, porque están en la placa de un microscopio, me parecieron obstinadas y hermosas. Por eso quiero ser una obstinada célula del corazón y no parar, y no parar, y no parar de contraerme como todo lo que está vivo; no parar, y no parar de bailar, ni siquiera delante del cadáver.»
Elena Córdoba: bailarina y coreógrafa, trabaja en Madrid desde el año 1990. Su obra se construye a partir de la observación detallada del cuerpo, eje y materia de su trabajo. Acompaña su creación artística de una constante actividad como pedagoga enfocada a diferentes formas de comprender y practicar la danza. En el año 2008 inicia Anatomía poética, ciclo de creación sobre el interior del cuerpo humano, que comprende obras y estudios de distintos formatos y que aún se extiende en el tiempo.
Ha trabajado como coreógrafa con Antonio Fernández Lera, Rodrigo García, Carlos Marquerie y John Romao. Ha creado distintas piezas para la imagen con Sylvia Calle, Chus Domínguez y Rodrigo García.
Su obra se completa con la publicación de relatos, diarios de trabajo y ensayos breves. Realizó la exposición fotográfica Vida y materia: cuaderno de imágenes en Barcelona, donde presentó su afición por la fotografía. Ha ofrecido ponencias en cursos y congresos en las universidades de Salamanca, Murcia, Granada y Carlos III de Madrid.
Lugar: Teatro Ensalle de Vigo
Calle de Chile, 15, Vigo