La exposición «Anda-Ven-Vuela» de Menchu Lamas puede ser vista como una gran instalación artística. En ella, podemos encontrar los elementos recurrentes en toda la obra de la artista, como la creación de motivos reconocibles, el uso de formas y elementos distintivos como la línea y el punto, y una paleta de colores particular.
La intención de crear una experiencia inmersiva a partir de principios simples es constante en la obra. La instalación ocupa el espacio del museo en su totalidad, creando la sensación de un gran abrazo. La meta es crear una atmósfera en la que el espectador y la obra coexistan, como en una cueva primitiva o una catedral.
Una nueva experiencia desde obra de Menchu Lamas
Casi todas las obras de la exposición son nuevas, con cerca de ochenta pinturas interconectadas que parten de un mismo impulso y una misma idea. Para Menchu Lamas, el arte es la síntesis de lo real y su trabajo es una forma de atrapar el sueño que lleva dentro. La pintura posibilita una relación dinámica entre la visualización de formas mentales y la capacidad de interpretación de cada individuo, lo que permite la transferencia de la energía imaginativa y vital a través de la obra. Esta transferencia se hace posible gracias a la capacidad de la pintura para transmitir emociones y alcanzar una obra intensa y plena.
Menchu Lamas utiliza el color y la pintura como materia para darle libertad a su trabajo artístico. La pintura es una herramienta conceptual que permite la inmediatez insustituible de la presencia del cuerpo y la pasión de la mirada. Su obra busca crear un universo de fácil acceso, simple, directo y bello, comprometido con los mitos arcaicos y la sabiduría popular, y cercano a lo ingenuo y naif. Su intención es que la obra no solo sea comprendida, sino que se constituya como tal.
El papel del espectador es primordial, pero la obra también podría extenderse a la naturaleza, como los animales, los bosques, los ríos y los océanos. La invitación es a estar en la obra, no solo a mirarla, y permitir que los sentidos y los sentimientos fluyan juntos durante un tiempo. Aunque la obra se presente en el museo, no es descabellado pensar que podría estar en cualquier otro lugar de la naturaleza.