La exposición Anna-Eva Bergman. De norte a sur, ritmos se centra en una amplia selección de las obras realizadas por Bergman entre 1962 y 1971, coincidiendo con una serie de viajes que realizó a España y Noruega y que influyeron de manera notable en su producción artística. Durante sus viajes toma, además, una gran cantidad de fotografías que utiliza como rastro, memoria o recuerdo, de modo que los paisajes son representados a partir de la distancia entre la pintura y lo percibido, transformado con el paso del tiempo. La obra de Anna-Eva Bergman se articula a partir del ‘ritmo’, elemento que considera esencial como parte estructural de la pintura: un ritmo fruto del empleo de determinadas materias, formas, líneas y colores. La muestra presenta un diálogo permanente entre Norte y Sur, el aspecto desértico y la luminosidad de los paisajes, los fiordos, los astros, las montañas, los barcos y los acantilados.