El proyecto Cielo Abierto, del artista zamorano Antonio Guerra, analiza el impacto de la industria en el paisaje, a la vez que reflexiona sobre la relación entre la naturaleza, la tecnología, el pasado y el futuro y vinculando el impacto industrial con los procesos digitales y la materialización de la imagen. Para lograr este objetivo, Guerra se sirve de una tarjeta de memoria dañada que produce imágenes con errores y bandas blancas tras el procesamiento fotográfico, con el fin de simbolizar la imposibilidad de definir la radical alteración del entorno.