Más allá del procedimiento -simple y manual: papel, tijeras y pegamento-, recortar una imagen siguiendo o decidiendo sus contornos, relacionar un detalle de un anuncio publicitario con la figura de un cuadro clásico, o unir fragmentos dispares para construir un paisaje complejo, implica manejar conceptos y recursos del dibujo y de la composición pictórica. Producto de una selección aleatoria de imágenes, los collages desencadenan asociaciones imprevistas, imponen variaciones de escala o cambios de plano y puntos de fuga, o utilizan estructuras o géneros establecidos de la pintura para presentar escenas insospechadas. Esto es lo que se explora en la exposición Armando Montesinos. Proceso de Enfoque. Collages, que puede visitarse en la Fundación Antonio Pérez de Cuenca.