Carlos Herrero nos trae música transhumante en la que destaca el canto por encima de todo. Los amantes de este estilo musical podrán gozar del gran concierto, que sin duda, no decepcionará a nadie.
Carlos Herrero en concierto en el MEH
El alma de música trashumante es el canto. El canto que dormía a los niños en sus cunas y ronda al pie de las ventanas. El canto de faenas y trabajos, el canto a la vida y a las cosechas. Ese canto que fue testimonio de gozos y fatigas, de lo que fuimos, de lo que somos. Rabeles, cántaros, flautas y panderos, ecos de un mundo que desaparece. Ritmos trashumantes arcaicos, paganos y salvajes. Un homenaje a los indígenas de Iberia y un canto a la diversidad de nuestras raíces.
Carlos Herrero es también una pieza fundamental en ‘El Naán’. Este es un colectivo de creadores nacido en 2009 y cuyo epicentro se encuentra en el corazón de Castilla, en Tabanera de Cerrato (Palencia). La música y la poesía son sus principales argumentos creativos, pero su experimentación traspasa a menudo estas disciplinas buscando un puente de unión que nos lleve a la emoción desde cualquier hecho artístico usando el videoarte o coqueteando en ocasiones con el teatro, el performance o las artes plásticas.
El Naán es una propuesta que rastrea en el espíritu étnico de la música tradicional ibérica haciendo uso de esa ‘estética mesetaria’ propia para una creación contemporánea. El paisaje, las texturas, el carácter, la riquísima tradición rítmica y sonora , recogidas para una creación vanguardista que parte de la tradición lírica popular. El Naán da especial importancia a la creación de los textos y recoge esa tradición que deambula entre lo pagano, lo académico y la trasmisión oral, buscando un camino de renovación en letras y poemas.
Así, el viaje, como metáfora y como método marca el carácter y la sonoridad de esta formación que fusiona todos estos elementos con un barniz global, conectando y buscando los numerosísimos puntos de unión entre la música ibérica tradicional y las músicas de raíz de todo el mundo, convirtiéndola en una propuesta universal. Así, las grabaciones recopiladas en sus viajes, de cantantes y músicas de otros lugares del mundo, se fusionan con la música en directo.
Duración: 60’.
Púbico familiar.
Entrada libre hasta completar aforo