El ballet vuelve al Teatro Calderón con su Abono de Temporada. En esta ocasión es el Ballet de Montecarlo quien nos presenta a «La Cenicienta».
Una ocasión única para disfrutar de una representación espectacular.
«La Cenicienta no es un simple personaje de cuento de hadas, sino un ser vivo que siente, y cuyo destino nos subleva». Ésa es la visión que Sergei Prokofiev, el genial compositor ucraniano, tenía del famoso cuento, y ése es el eje sobre el que el director Jean Christophe Maillot diseñó la coreografía de este ballet en tres actos.
«La Cenicienta» del Ballet de Montecarlo
Obra alegre e intensa, poética y crítica, la Cenicienta de Jean-Christophe Maillot reúne en su paleta de colores la música de Prokofiev. Grave e impertinente, se desliza, sin tropiezos, de lo maravilloso del cuento a una percepción crítica de los personajes y situaciones. Hace resaltar una estética bastante extraña, donde elementos violentamente realistas o curiosos se cruzan o se diluyen en episodios totalmente mágicos.
Del mismo modo que el cuento está abierto a la interpretación, el ballet no impone una lectura rígida. Parece dejar a los personajes la libertad de vivir su historia, la elección de interpretarla, comprenderla y conducirla. En este planteamiento de las facetas y visiones posibles, el espectador traza su propio camino.
En este sentido, Cenicienta es muy diferente del Romeo y Julieta que poseía con respecto a la obra de Shakespeare, una línea dramática muy fuerte. Aquí, la atención del espectador está tanto en el desarrollo de la historia como en lo que se le propone en escena, que se desprende directamente de la coreografía. Pero Cenicienta confirma también principios claros al coreógrafo ya puestos en marcha en el Romeo: el rechazo de lo accesorio, el cambio de los motivos clásicos o la idea del teatro en el teatro. Este se representa ante los espectadores y ante los personajes y permite al coreógrafo aportar una cierta visión crítica sobre el tratamiento caricaturesco y sentimentalista de Cenicienta.
- Coreografía: Jean – Christophe Maillot
- Música: Sergueï Prokofiev
- Escenografía: Ernest Pignon-Ernest
- Vestuario: Jérôme Kaplan
- Diseño de iluminación: Dominique Drillot