El mito de Numancia se ha magnificado de manera especial, hasta el punto de llegar a formar parte de la lista de las grandes derrotas de la historia. La heroica gesta de los numantinos de inmolarse antes que doblegarse al poder de Roma es, por sí mismo, un gesto con múltiples lecturas según lo analicemos desde el punto de vista de los opresores o de los oprimidos. Para Roma representaba una cosa, para los Numantinos, otra. Desde nuestro punto de vista teatral, el interés de representar Numancia hoy va mas allá del mito y su utilización ideológica. Se trata de una reflexión sobre el poder y sus abusos.