Comisaria: Oliva María Rubio
Realizada en colaboración con La Fábrica, que organizó la muestra que durante parte de este año ha podido
verse en el Jardín Botánico de Madrid, la exposición de Chema Madoz “La naturaleza de las cosas”
recala ahora en las salas del Patio Herreriano con matices que amplían su significado y su ya de por sí extraordinario potencial evocador.
A las fotografías que conforman lo que muchos consideran uno de los conjuntos de obra más singulares de Madoz
se suman en Valladolid las obras de Joan Brossa, Ángel Ferrant y Perejaume, todas ellas pertenecientes
a la Colección Arte Contemporáneo, con sede en el Museo, que se sitúan en diferentes ámbitos con respecto a la obra
del fotógrafo madrileño, ya sea en su conocida relación con el lenguaje o en su característica especulación en torno a la forma.
El título “La naturaleza de las cosas” es revelador, pues alude al modo en que Madoz desplaza su interés
desde el objeto -que en modo alguno abandona, como se verá en la totalidad de las fotografías- hacia las formas de la naturaleza.
A ellas se suma, en uno de los diálogos de mayor altura de la exposición, la dimensión entrópica y la regeneración
de los objetos de Ángel Ferrant, cuyos “Objetos hallados” y fotografías documentales de su célebre exposición de 1932
en Barcelona son algunas de las obras más relevantes de nuestros fondos. Como ocurriera el pasado año en relación
con Antonio Ballester Moreno, los objetos de Ferrant acuden ahora a otro encuentro,
esta vez con Chema Madoz, con quien apela a múltiples y quién sabe si imprevistas contingencias semánticas.