El Museo de Bellas Artes de Murcia acoge desde el 20 de septiembre el Ciclo Grandes Maestros. En este caso, la obra expuesta es la Santa Casilda de Francisco de Zurbarán.
La Santa Casilda que se expone en el museo fue realizada por Zurbarán en torno a 1645, en plena madurez artística. Destaca por el maravilloso acorde de color y la precisa ejecución en sus ropajes.
Vestida con una gran riqueza, no sólo por las joyas que porta y que perfilan su vestido, sino por la suntuosidad de su traje, la santa se presenta modelada con una luz fuerte que subraya su monumentalidad y resalta el intenso colorido de sus ropas contra un difuminado y discreto fondo. Zurbarán pone un cuidado especial al traducir la calidad táctil de los paños que cubren el cuerpo de la mujer y que combina con piedras preciosas y metal. Los rasgos fuertemente individualizados de algunas de estas mártires sirvieron para acuñar el término «retrato a lo divino», viéndose en estos modelos a la clientela femenina de Zurbarán representada con atributos sagrados.
Conserva el marco de la época; perteneció antaño a la colección San José de Madrid y actualmente es de la colección Alonso de Dortmund (Alemania).
Zurbarán pintó con anterioridad, en otras dos ocasiones, a esta santa mártir fallecida en el año 1087. Una de ellas, con vestiduras de ricos brocados, se expone en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid; la otra, representación juvenil de la santa, forma parte de la colección Plandiura de Barcelona.