A través de esta obra se lleva a escena la relación entre Santa Teresa y la princesa de Éboli. Ambas mujeres eran de genio vivo y dominantes en su entorno, ambas tuvieron muchas discusiones. El choque entre ambas en el último día en que se vieron en esta vida fue muy interesante. A través de esta representación muestran esa apasionada escena.
El Cielo que me tienes prometido en el Auditorio de León
No parece improbable suponer que en las celebraciones que han de llevarse a cabo, tanto en España como fuera de ella por el centenario de Teresa de Ávila lo frecuente en piezas teatrales escenificadas con este propósito abunden más las que incidan en la admirable calidad de la escritora y en la profunda vertiente mística de su alma, su lado más excelso y espiritual en suma. Los escépticos, que los hay como sabemos, podrían por que no exponer sus dudas, su versión de los éxtasis de Teresa a sus continuas y graves dolencias, a su propia biografía y a tantas otros posibles giros de la creación literaria, y hacerlo también con calidad y talento.
Pero a mí me atrae más para este fin la Teresa que enseña que Dios está también entre las cacerolas, la del día a día, la Humana en el sentido más llano de la palabra. A lo largo de su esforzada vida, de toda su lucha, conoció y trató a muchos e importantes personajes de la época, desde Francisco de Borja al mismo Rey Felipe II, que la respetó y admiró.
Uno de esos personajes fue la tan controvertida y mitificada, para bien y para mal, princesa de Éboli. Ambas mujeres eran de genio vivo y dominantes en su entorno, ambas tuvieron discusiones y choques durante la construcción del monasterio de Pastrana y volvieron a tenerlos al morir el Príncipe y pretender su desconsolada esposa tomar el hábito en Pastrana…pero sin dejar de vivir y ser tratada como una princesa que manda en su casa. El choque entre ambas en ese último día en que se vieron en esta vida tuvo que ser muy interesante. Esa apasionada escena es la que me gustaría mucho poner en pie sobre un escenario. (Vía – Auditorio Ciudad de León)