No uno, sino muchos cubismos son los que reúne la exposición ‘Colección Cubista de Telefónica’, con 39 piezas de una calidad excepcional que podrán visitarse en el Museo de Bellas Artes de Granada del 20 de noviembre de 2015 al 29 de febrero de 2016 .
La muestra se articula en tres ámbitos: la obra de Juan Gris –11 piezas excepcionales del artista madrileño–, la visión de los otros cubismos con la obra de otros artistas contemporáneos que trabajaron en París (Gleizes, Metzinger, Marcoussis, Lhote, Valmier, María Blanchard…) y, cerrando la exposición, la expansión internacional del movimiento recogida en la presencia de artistas españoles y latinoamericanos.
Tras el éxito que la Colección Cubista de Telefónica ha cosechado en las numerosas sedes donde se ha expuesto en itinerancia, la exposición continúa viajando por los museos de Bellas Artes de España: anteriormente ya estuvo en los de Bilbao (2013) y Sevilla (2014).
La muestra se completa con el documental Juan Gris. Cubismo y Modernidad, de José Luis López-Linares y una guía multimedia sobre el cubismo y Juan Gris, a disposición del público en la Play Store en la aplicación de Fundación Telefónica con una selección de obras comentadas.
La Colección de Telefónica pone de relieve la diversidad de las propuestas y técnicas cubistas desarrolladas a lo largo del tiempo, pues el Cubismo fue más que una vanguardia: fue el movimiento artístico que inauguró la modernidad. No hubo un solo cubismo sino muchos cubismos. Fundado en París a finales de la primera década del siglo XX por Braque y Picasso, sus límites temporales se extienden más allá de los años 20, cuando otros artistas se incorporan para redefinirlo.
A través de un revolucionario modo de pintar, el cubismo cambió para siempre la forma de mirar la pintura: ahora el espectador debe recorrer planos, líneas y colores, dispuestos según un ritmo propio que obliga no sólo a una contemplación sensorial, sino también a un ejercicio intelectual de reconstrucción.
Ante todo el cubismo se basa en un intenso trabajo de deconstrucción de la realidad, de renuncia a la perspectiva convencional, de ausencia de detalles y de geometrización de las formas. Su capacidad de transformación lo convirtió en un legado estético que ha perdurado en el tiempo.
Juan Gris desarrolló una noción de pintura capaz de vertebrar con gran coherencia toda su trayectoria estética e influir poderosamente en la de otros artistas, desde su época hasta hoy. Se sumó al movimiento cubista cuando ya estaba fundado para refundarlo, creando un idioma plástico universal relacionado con el clasicismo moderno y con la abstracción denominado segundo cubismo o cubismo sintético.
Juan Gris no parte de la naturaleza para ir a lo abstracto sino de lo abstracto de la geometría y el plano de color para ir a la realidad. Una nueva definición del cubismo llevada a cabo entre 1916 y 1923 que otorga unidad al cuadro, convertido ahora en una verdadera arquitectura de formas y colores.
Para Juan Gris, el cubismo no era un procedimiento pictórico sino una estética, un estado de espíritu que impregnaba su visión de la modernidad. El artista está representado en la Colección Cubista de Telefónica en la diversidad y complejidad de su trayectoria. Desde las obras de la primera década del siglo XX caracterizadas por la fragmentación de la imagen, el cromatismo contenido y la geometrización rigurosa de las formas hasta sus obras de los años 20, matizadas de color, más líricas, más naturalistas que incluyen el exterior, la vida orgánica y la curva. Juan Gris busca siempre el diálogo entre pintura y poesía. Inventor de las rimas plásticas, una suerte de metáforas estéticas, sus lienzos esconden juegos simbólicos, correlaciones de formas y figuras que otorgan plasticidad y sensualidad a sus obras eternas.
Colección Cubista de Telefónica en el Museo de Bellas Artes.
Hasta el 29 de febrero.