El estilo de Diana Krall se identifica por una gran visión artística, trabajo y mucha determinación. La nativa de Nainamo (Columbia Británica) comenzó a tocar el piano a la edad de cuatro años y a los 15 ya componía sus propias canciones. Tuvo importantes mentores como Ray Brown, John Clayton y Jimmy Rowles que la animaron a cantar. La artista canadiense ha logrado acercar el jazz al gran público y seduce con su personal voz capaz de transmitir las más profundas emociones. Tras The Girl In The Other Room, From This Moment On, Quiet Nights (su particular visión de algunos clásicos brasileños), Glad Rag Doll, Wallflower, Turn Up The Quiet y Turn Up the Quiet, en 2018 regresó a la escena musical con Love is Here to Stay, un album en el que cuenta con la colaboración de Tony Bennett.