James Rhodes es un fenómeno editorial de culto con libros como Instrumental y Toca el piano, que esta vez cierra su ordenador y se pone enfrente de un Steinway de cola. Además de tocar y contextualizar las obras de Bach, Chopin o Beethoven, el pianista británico cuenta sobre el escenario cómo la música le ha ayudado a superar los numerosos obstáculos que se ha ido encontrando por el camino.