¡Nunca tan pocos hicieron tanto! Esta frase de Churchill refiriéndose a como la maltrecha aviación británica resistió al envite de la temible Luftwaffe, es ideal para definir a un grupo que con tan sólo dos guitarras y batería es capaz de recrear sonoridades impropias de un trío. Todo gracias a una guitarra modificada con una cuerda de bajo y a un complicado entramado de amplificadores y pedales, que dan la sensación de que los músicos se multiplican.
Situados a medio camino entre el shoegaze, spacerock, noise y punk, sus afiladas guitarras se acompañan de originales y contundentes ritmos de batería que se alejan de lo habitual. Poéticamente apocalípticos y críticos, forman una perfecta banda sonora de nuestros días.
La grabación de «nihil obstat», disco producido por el prometedor Iago Lorenzo y masterizado por Alan Douches (Animal Collective, The Liars, Galaxie 500…) en los West West Side Studios de Nueva York, ha sido un verdadero laboratorio sonoro, llegando a usar 8 amplificadores, 10 guitarras y más de 50 pedales de efecto en un largo proceso que los ha llevado por tres diferentes estudios durante varios meses. Un trabajo excepcional, donde todo ha sido cuidado con el máximo mimo.
Cuentan con tres discos: «Nihil obstat» (2011), «Ultra» ( 2013) y «Asfixia» (2015), este último grabado por Carlos Hernández (Los Planetas).
Viernes 15. Sala La Ley Seca.