El jueves 26 de mayo a las 20:30 horas, concierto del Coro Diatessaron, ‘Jardín de Afrodita’ en el Auditorio Víctor Villegas de Murcia. Entradas: 5€
Programa:
‘Jardín de Afrodita’
Clément Janequin – Le chant des oyseaux
Francisco Guerrero – En tanto que de rosa y açuçena
Robert L. Pearsall – Lay a garland
Camille Saint-Saëns – Deux choruses op. 68
Wilhelm Stenhammar – Tre körvisor
Benjamin Britten – The evening Primrose (Five Flower Songs, 4)
Benjamin Britten – Rosa mystica (Ad majorem Dei gloriam, 2)
Gerald Finzi – I praise the tender flower
Edward Elgar – There is sweet music, op.53/1
Morten Lauridsen – De “Les chansons de roses”
Ildebrando Pizzetti – Il giardino di Afrodite
John Rutter (n.1945) – There is a flower
Jardín de Afrodita
En la mitología griega Afrodita era la diosa del amor, la belleza y la fecundidad. Ganadora del juicio de Paris (mito de la manzana de la discordia), cuando éste, a propuesta de Zeus, la escogió como diosa más bella por encima de Hera y Atenea.
En el siglo V a.C. los filósofos diferenciaban a dos Afroditas: la primera, Afrodita Urania (hija de Úranos), representando al amor puro, al amor conyugal, la modestia i las virtudes de la mujer casada; la segunda, Afrodita Pandemos, la Afrodita común de todo el pueblo, representando al deseo sexual.
Probablemente su origen no es griego, sino de Chipre o de las costas fenicias. Fue llamada también Ericina y Urania la celestial. Al fusionarse las mitologías griega y romana pasó a ser llamada Venus.
Entre sus atributos cabe destacar: una corona de flores y hojas con poderes mágicos que otorgaba el don de la seducción a quien la llevara, y flechas doradas. Desde su asociación con la Venus romana adoptó el mirto y las rosas, plantas relacionadas con el deseo.
En el mundo de los mortales la naturaleza es la portadora de la fecundidad (estaciones, ciclos vitales), de la belleza, así como de símbolos que representan al amor, como las flores, especialmente las rosas.
Desde siempre la poesía, la lírica, ha escogido distintos símbolos para reflejar estados de ánimo y sentimientos y, precisamente por ello, las flores suelen acompañar con su presencia multitud de poemas. Las flores y su uso ya se pueden considerar como tópicos literarios en muchos poemas, con una larga tradición a sus espaldas.
De entre las distintas flores la rosa debe ser una de las más evocadas por su belleza, pero también porque es efímera y a menudo sirve de advertencia a aquellos que creen que lo mundanal ha de durar, cuando es justo lo contrario.
En este programa se tocan temas como la contemplación de la belleza en la naturaleza, sus paisajes, sus pájaros, la delicadeza de las flores y su simbolismo en el amor mundano y en el amor místico.