La exposición Daniel-Henry Kahnweiler quiere mostrar la personalidad y la actividad de este hombre de artes excepcional en todas sus facetas: la de marchante, la de editor y la de escritor. El recorrido cronológico y temático se explica mediante obras de artistas de las galerías de Kahnweiler, pero también se centra en los puntos más relevantes de la existencia atormentada de su fundador: el impacto de las dos guerras, la relación con Alemania, la importancia del conjunto de sus escritos, la evolución de sus exposiciones, el lugar particular que ocupa en ella Picasso y el papel e este hombre reservado y singular. Además, el proyecto también pone en valor la relación de Daniel-Henry Kahnweiler con Cataluña a través de dos artistas a los que apadrinó, el escultor Manolo Hugué y el pintor Josep de Togores, pero sobre todo a través de la relación estrecha del marchante con la Sala Gaspar de Barcelona.