Danza en el Teatro Central de Sevilla con la obra Kind (Hijo). Concepto y puesta en escena: GABRIELA CARRIZO y FRANCK CHARTIER. Espectáculo para 6 intérpretes.
EL DESCUBRIMIENTO TIENE FECHA. FUE EN 2006 CUANDO COMENZÓ UNA HISTORIA QUE NO HA CESADO DE REGALARLE A SEVILLA NOCHES MEMORABLES.
EN EL CENTRAL APARECIÓ LE SALON, LA PRIMERA PIEZA QUE APLAUDIMOS A RABIAR DE UNA COMPAÑÍA QUE NUNCA NOS HA DEFRAUDADO.
PERO EL ACONTECIMIENTO, ESTA VEZ MUNDIAL, TAMBIÉN TUVO LUGAR EN EL CENTRAL. EL 8 DE MARZO DE 2008 LOS BELGAS PRESENTARON EN EXCLUSIVA MUNDIAL LA TRILOGÍA QUE LOS ENCUMBRÓ. CINCO HORAS NON-STOP EN LAS QUE NOS OFRECIERON LE JARDIN, LE SALON Y LE SOUS-SOL.
DESPUÉS FUE EL TURNO DE 32 RUE VANDERBRANDEN, A LOUER…
AHORA, TRAS VADER (PADRE) Y MOEDER (MADRE), PRESENTAMOS KIND (HIJO) LA ÚLTIMA PARTE DE LA NUEVA TRILOGIA.
LA HISTORIA CONTINÚA.
Danza en el Teatro Central de Sevilla con la obra Kind (Hijo)
Es conocido, el origen de marca de Peeping Tom es una estética hiperrealista, sostenida por una escenografía concreta: un salón, un jardín y una cava en la primera trilogía, por referirnos solo a ella. Dentro de esos espacios los coreógrafos crean universos inestables que desafían la lógica del tiempo y el espacio. El aislamiento nos conduce hacia un mundo onírico lleno de pesadillas, de miedos y deseos en el que los creadores iluminan hábilmente la parte sombría del individuo y la comunidad. El espacio cerrado de las situaciones familiares es para Peeping Tom una importante fuente de creatividad. Esto es lo que ha llevado a la compañía a realizar su segunda trilogía -las dos primeras entregas ya vistas en El Central- alrededor de “ese asunto”.
Kind es la última entrega de la nueva serie y si Vader fue dirigida por Chartier, Moeder por Carrizo, ahora -parece inevitable- sus talentos se unen para compartir la responsabilidad de la nueva pieza.
El punto de vista del niño y el zum sobre su mundo interior y exterior constituyen la base de la producción. Las acciones están guiadas por la forma en que los niños perciben el mundo, por sus miedos y sus deseos. Los coreógrafos estudian cómo va cambiando el punto de vista de niños y niñas, engrandeciéndose y desarrollándose conforme va llegando a la adolescencia y a la edad adulta, con sus diversas elecciones, las presiones, los miedos, las dudas y los cambios físicos asociados; CÓMO SE TRADUCE ESTO EN GESTOS Y EN LENGUAJE CORPORAL.
Carrizo y Chartier estudian a la vez cómo en esta primera etapa de la vida se expresan los temores, esos que van ligados a la falta de estructura a la que agarrarse, por ejemplo en las ausencias de los padres. Qué ocurre en las situaciones traumáticas en las que la percepción del cuerpo está aparentemente anestesiada. Y cómo niños y niñas organizan su mundo a través de la fantasía, representando un papel o mediante imitaciones, para intentar controlar determinadas situaciones o dinámicas. Los cambios y transformaciones en el espacio y el tiempo, el movimiento y los recursos escénicos –característicos del trabajo de Peeping Tom- estarán de nuevo presentes en esta pieza.
Viernes 17 y Sábado 18 de mayo. 21h. 25€.
Teatro Central. Calle José de Gálvez, 6, 41092 Sevilla
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