David Thomas Broughton llega este otoño al Centro Cívico Delicias con el ciclo Bombo y Platillo
En apariencia, DAVID THOMAS BROUGHTON exuda normalidad y, a primera vista, podría parecer otro cantautor británico clásico, de peculiar barítono y exquisita destreza a la guitarra, pero bajo esa pátina engañosa se revuelve un artista travieso y provocador que ha logrado construir un discurso único en el que conviven un oscuro sentido del humor, su profundo apego por el absurdo, y una musicalidad profundamente vanguardista.
Broughton se presenta como un one-man band clásico, armado de guitarra y voz, pero estira las posibilidades de sus económicas herramientas con cualquier elemento que se cruce en su camino (alarmas, radios, grabaciones de campo…), y a partir de un pedal de loops, una facilidad innata para la improvisación, y su fascinación por el error, edifica universos sonoros en los que nada es lo que parece. Nuestro hombre hechiza desde la incomodidad, desafía límites con exquisita sutileza, y juega con la percepción del oyente con la solemnidad de un ilusionista.
Su carrera musical, era inevitable, está plagada de anomalías. Afincado en Corea del Norte (sí, han leído bien) sus actuaciones en directo son especialmente escasas y exclusivas, su indispensable discografía va creciendo con adorable irregularidad y cada nueva entrega resulta siempre sorprendente (la última, el brillante “Crippling Lack”, publicado en 2016, es un disco triple cargado de colaboraciones de artistas como Aidan Moffatt o Beth Orton) y, claro, ha dado para un documental sobre su persona de obligado visionado. El británico es un artista descomunal y único, empeñado en pasar desapercibido, no permitan que lo consiga.
Bombo y Platillo es un Club de Conciertos Selectos para Gente Selecta. Desde 2011 pretende recuperar el gusto por los conciertos en ambientes íntimos, ésos en los que los suspiros del público se cuelan entre el rasgar de las cuerdas de la guitarra.