Ocho actores interpretan los personajes masculinos y femeninos de la obra en un juego de roles que recuerda la ductilidad interpretativa de aquellos actores del Siglo de Oro y sobre todo, y esto es lo fundamental, la visión del universo femenino desde el imaginario masculino.
Sabido es que Molière fue un defensor de la mujer desde el escenario clásico. La mirada femenina es una constante en los acentos dramáticos y cómicos de sus personajes, reivindicativa y mordaz, poniendo en tela de juicio el mundo machista asociado a las apariencias y a la falta de escrúpulos.
En su interpretación, aparecen las tensiones explícitas entre el clasicismo, que es un arte racional, masculino y apolíneo, y el barroco; apasionado, femenino y dionisíaco. Estas criaturas escénicas tensan el eje del relato dramático de la comedia aflorando desde la esencia misma de sus máscaras.
Lugar: Teatro Cervantes de Málaga
Calle Ramos Marín, s/n, Málaga, 29012