¿Cómo se hace para meter un directo como el vuestro, que presume de ser fresco y potente, en un vinilo?
Antes de tener un directo potente las canciones tienen que haber sido grabadas sin haber pisado un escenario. En el estudio tocamos siempre todos juntos para intentar mantener esa sensación de banda y después hacemos los arreglos y las voces. No sabemos tocar por separado.
¿Que tiene este disco que no tenían los dos anteriores?
Es más reposado. Hemos tenido más tiempo para madurarlo. La producción de Nigel Walker nos ha hecho mirar desde otra perspectiva y crecer musicalmente.
¿Qué soluciones le veis a los problemas que está pasando la industria musical en España? ¿Qué medidas tomarías si te nombrasen ministro de cultura?
La base del problema es que no se dan cuenta de que si te pasas el día poniendo trabas a los grupos que empiezan, cerrando salas, subiendo el IVA y prohibiendo el acceso a la cultura a los menores de 18, con el tiempo no habrá grupos nuevos que tengan éxito y habrás jodido varias generaciones de talento. Si me nombraran ministro de cultura cogería el programa de Wert y haría todo lo contrario.
¿Cuál es la diferencia principal entre un rockero de los 70 y uno del s. XXI?
La diferencia es el mundo que los rodea. El que nos ha tocado a nosotros está loco.
¿Que sientes cuando ves a toda esa gente disfrutando con tu música? ¿Cómo gestionas esa conexión con el público?
Es difícil de explicar. Le da sentido a todo. Personalmente creo que hay que tener un trato cercano, pero no me gusta que la gente sepa lo que he comido hoy o la peli que estoy viendo en mi casa. Creo que es necesario dejar un pequeño porcentaje de misterio.
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