Epílogo. Escenas del desastre en la Colección MUSAC
En el siglo XIX, una España exhausta y agitada se enfrentaba a la necesidad de adaptarse a los profundos cambios que se estaban produciendo en toda Europa. La pintura de historia aparece como un símbolo en sí misma, capaz de reconciliar a la ciudadanía con un relato colectivo. Auspiciado por las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, este género pictórico, de fuerte carácter dramático en la composición y el colorido, apela a lo épico como una tabla de salvación. No procura captar la realidad, sino transformarla a través de lo alegórico. Denostada y apartada por la contemporaneidad como un género sin salida que parecía agotarse sobre sí mismo, la pintura histórica ha ido, sin embargo, recuperando peso e interés. Fuertemente influenciada por la teatralidad, subyace en ella algo de la escenografía operística.
Partiendo de esta idea, la exposición Epílogo. Escenas del desastre, comisariada por Gilberto González, pretende hacer una revisión de la pintura de historia a través de una constelación de trabajos que dirigen al espectador a través de un recorrido que no deja cabos sueltos. Trazar, al fin ya al cabo, una genealogía de trabajos presentes en la Colección MUSAC cuyo fin es el de modificar la realidad desde la sugestión.
Varios artistas en la exposición
Ibon Aranberri, Julieta Aranda, Antonio Ballester Moreno, Natividad Bermejo, David Bestué, Bleda y Rosa, Cabello / Carceller, Jacobo Castellano, Diller + Scofidio, Carmela García, Dora García, Douglas Gordon y Philippe Parreno, Juan Fernando Herrán, Candida Höfer, Pierre Huyghe, William Kentridge, Julie Mehretu, Shirin Neshat, Rivane Neuenschwander, Carme Nogueira, Diego Del Pozo, Caio Reisewitz, Belén Rodríguez, Fernando Sánchez Castillo, Superflex.