Marta Rivera siempre ha sentido atracción por el dibujo y la pintura, pero cuando descubrió su pasión por el modelado, hizo de ello su profesión y modo de vida. Desde entonces, cada vez que modela siente la misma ilusión que experimentó con su primera escultura.
Esculturas «de historias y cuentos» de Marta Rivera
Hace un par de años Marta Rivera se interesó por la ilustración y decidió dibujar pequeños cuentos que había escrito para su hijo. Se dió cuenta que podía modelar esas ilustraciones, llevarlas a su terreno, crear los volúmenes, jugar con el espacio, girar físicamente entorno a la obra, envolviéndose mutuamente.
Descubre entonces que cuando concluye una obra la materia se ha ido transformando hasta darle la sensación que se ha hecho sola, sintiendo una satisfacción difícil de describir. Presenta sus esculturas mirando al frente, casi rígidas, pero a la vez, con una postura que resulta relajada y serena. También la desproporción tiene su significado.
Las obras de Marta Rivera representan mujeres y animales humanizados, la relación con la naturaleza, los pensamientos, la maternidad, sensaciones, sueños… Sus esculturas son su lenguaje, su forma de dialogar con el espectador, cada una de ellas es una metáfora, una emoción, un momento que quiere contar de forma directa y sencilla. (vía – Nota de Prensa).