Lugares de creación. Talleres de artistas en fotografías de Ángel Herraiz. Del 31 de mayo al 30 de junio.
Exposición de fotografías de Ángel Herraiz
Es el taller del artista un lugar sagrado, donde quien pretende crear algo nuevo se rodea no solo de los materiales propios de su oficio sino, especialmente, de sus objetos preciados, en un orden-caos que solo él comprende, su refugio matricial único y personal. Desde la cueva en la que la lámpara de tuétano alumbraba al más grande de todos, aquel primigenio pintor de bisontes, hasta la mesa con ordenador lleno de bits, crear ha necesitado espacios, entornos favorecedores, en cierto modo inaccesibles, recónditos.
Es esta exposición un retrato colectivo de “lugares de refugio del arte”, aunque en puridad lo es de personas. Las imágenes de Ángel Herraiz comienzan allí donde el trabajo de los artistas queda interrumpido, cuando el fotógrafo entra, tras el oportuno permiso, con su erudita verborrea a hacerse dueño del lugar por un instante y con una única regla: el artista no ha de salir retratado pues, al menos formalmente, el objeto del retrato no es él, sino su lugar. No se retrata el curso del trabajo, ni tan siquiera las obras, aunque algunas inevitablemente (o no) asomen, sino espacios, objetos, lugares, atmósferas.
Herraiz ha hecho de cada fotografía una creación propia, una biografía, una crítica o una alabanza, de suerte que además de elegir los momentos, ángulos, encuadres y perspectivas, ha pedido la colaboración del artista para la colocación adecuada de los elementos, o ha retorcido la imagen con el fin de lograr el resultado buscado. Pero no se engaña a nadie: cada taller, cada estudio, es perfectamente reconocible y es así, lo vemos en la foto, aunque no siempre volvamos a verlo de esa manera. Sea como sea, el efecto está logrado: el artista es retratado través de su lugar de creación.