Linarejos Moreno reflexiona sobre el lugar que ocupan los otros en la generación de conocimiento, de producción y de gestión. La artista reclama la vertiente ecofeminista de su trabajo. La muestra contiene algunas de sus series más celebradas, junto a otras que apenas han podido ser vistas hasta ahora en nuestro país. No te pierdas la muestra ‘De hierro y leche. Sobre pintura, fotografía y ecofeminismo’ del 11 de octubre al 26 de enero en el CAB.
Linarejos Moreno en el CAB
La exposición que presenta Linarejos Moreno (Madrid, 1974) en el CAB recupera una parte fundamental del trabajo de esta reconocida artista internacional. Si la foto grafía ha venido siendo el medio de expresión preferente utilizado en los últimos años, en esta exposición Moreno ha querido reencontrarse con la pintura a través, precisamente, de una obra que actúa como desencadenante de su carrera posterior.
La muestra contiene algunas de sus series más celebradas, junto a otras que apenas han podido ser vistas hasta ahora en nuestro país. Además de sus celebradas “Plañideras”, de 2006, forma parte de la muestra “The Social Spiders Project”, exhibida en el Station Museum de Houston en 2012 e inéditas en España.
No tanto como su contraparte, sino antes como un complementario imprescindible en la exposición, emerge la pintura “Sobre pintura y ecofeminismo”. Este cuadro ha pertenecido a la colección de la autora durante dos décadas, acompañándola en el trabajo en sus estudios de París, Estados Unidos y Madrid. Desde un punto de vista plástico, la obra muestra las interferencias entre espacio privado feminizado y espacio público de producción –la fábrica–. A él hay que acceder mediante lo que Moreno llama la “arqueología de las piezas olvidadas”, que se asienta sobre otro sustrato pictórico: el de la sanación por medio de la naturaleza. Una radiografía de rayos ultravioleta del cuadro mostraría mujeres realizando ejercicios de exhalación abrazadas a árboles, de esta capa podemos intuir algunas letras que se ven en lugares donde asoma este otro sustrato.
Linarejos Moreno habla así de esta obra: “En ella se encuentran de manera simbólica los temas y recursos formales que utilizaría más tarde en mis intervenciones e instalaciones. Estos elementos se muestran a través de la propia materialidad elegida, el cuadro fue realizado con polvo negro de hierro y medias que antes de ser adheridas al lienzo fueron portadas sobre el cuerpo. También contiene elementos formales que remiten, por una parte, al conocimiento tecnológico (planos, circuitos…), y por otra, al espacio doméstico. Por último, en la base aparecen una serie de huellas arqueológicas que aluden a la teoría freudiana según la cual el trabajo de reconstrucción de las piezas olvidadas por un paciente se asemeja al del arqueólogo”.