Pedro Sagasta, es el arquetipo del pintor “antidivo”. Es sencillo, con la humildad del prudente, mucho más profundo de lo que pretende, con un sólido armazón mental que titula de rural, como disculpa con retranca, y un discurso convincente. Para esta exposición varias han sido creadas expresamente y otras provienen de una reciente muestra en Marsella. Todas son un fiel reflejo de su peculiar interpretación de la abstracción.
Hasta el 14 de marzo en el Espacio Metamorfosis