Índice de Identidad Mario López Ruíz Del 3 al 27 de diciembre 2015 . Sala de Exposiciones del Espacio Joven.
Índice de identidad es un proyecto artístico que trata el retrato y el rostro como vínculo entre la identidad social y fiscal de las personas.
Parte de los parámetros de la fotografía de carnet como imagen que evoluciona de la fotografía de identificación, descrita a finales del siglo XIX por el francés Alphonse Bertillon, que determina que para que un retrato resulte satisfactorio ha de ser frontal, con la frente despejada, mirada a la cámara y demás características que hoy se encuentran en cualquiera de nuestros carnets.
No obstante, esta imagen también se extiende por circuitos como el personal, el fetichismo y el coleccionismo, encontrándose un paralelismo entre el archivo policial y la colección particular.
Índice de identidad trata esta dicotomía en la fotografía de carnet, fruto de sus orígenes y las tradiciones pictóricas anteriores a su estandarización.
La exposición se articula mediante más de 100 retratos sobre tablas enteladas de 15 x 20 cm. que acompañan a una serie de citas sobre el retrato y la fotografía de carnet, contenidos en el trabajo de investigación La fotografía de carnet desde las propiedades del retrato fotográfico y sus circuitos culturales, llevado a cabo en el Máster Universitario de Investigación en Prácticas Artísticas y Visuales durante el curso 2012-2013.
Estas citas se enfocan principalmente hacia el proceso de cómo la fotografía de identificación evoluciona a lo largo de su existencia, para concluir con una cita sobre el deseo común de coleccionar los retratos de personas allegadas.
Además se incluyen otras piezas como una proyección y pantallas de luz, que varían el formato, cuya presencia alude a un cambio de perspectiva hacia la fotografía de carnet por medio de su cambio de proporción.
El gran formato de las fotografías ampliadas en la proyección se asemeja a la obra de Thomas Ruff, con la diferencia de que el artista alemán realiza las fotos ex profeso al proyecto y en este caso es una ampliación de una fotografía ya existente.
Las pantallas de luz a las que se hace referencia poseen su interruptor en una de las tablillas que se agrupa con el resto de retratos para animar a una respuesta activa del espectador, que podrá encenderla o apagarla a voluntad.