Los libros con elementos mecánicos de papel tienen más de siete siglos de existencia.
En sus inicios, estuvieron vinculados a disciplinas como la astronomía o la anatomía,pero a finales del siglo XVIII, alguien
pensó que estos formatos bibliográficos poco convencionales también podrían desempeñar una función lúdica. Un siglo más
tarde, en plena época victoriana, se editaron los que hoy en día siguen considerándose como los más bellos ejemplares de
libros desplegables jamás impresos. Estos pop-ups, si utilizamos el término anglosajón que ya se ha impuesto a nivel mundial, recogían
a menudo entre sus páginas los cuentos clásicos.
Hasta 16 abril. S.M.E.* del T. calderón.