Exposición Picasso, El pintor de grabados. Puede visitarse hasta el 3 de febrero y propone dos itinerarios: la sala de Plaza de la Merced, 13 ofrece un recorrido por la obra gráfica picassiana con la técnica del aguatinta, acompañado por Goya, y la sala de la Casa Natal, una historia del grabado español al aguatinta.
Exposición Picasso, El pintor de grabados
El aguatinta en la que colaboran trece prestadores de toda España. La exposición, comisariada por Inocente Soto, muestra la obra de Pablo Ruiz Picasso, uno de los mayores pintores-grabadores de la historia del arte a través de la técnica gráfica más próxima al mundo de la creación pictórica, procedimiento en el que el metal de las planchas es capaz de registrar fielmente el gesto, la luz, la textura o el color del artista, dejando después su huella sobre el papel.
Con 13 prestadores, 90 obras expuestas y 25 artistas representados, la exposición constituye uno de los mayores esfuerzos expositivos de la Fundación Picasso. Entre los artistas, además del propio Picasso y Goya, figuran Mariano Fortuny, Francisco Iturrino, Ricardo Baroja, Joan Miró, Antoni Tàpies, Eduardo Chillida, Manolo Valdés, Cristina Iglesias, Soledad Sevilla o Miquel Barceló entre otros. Para esta exposición se publicado un completo libro-catálogo con aportaciones de Juan Carrete y de Inocente Soto.
En la exposición se explica la técnica y cronológicamente el quehacer del artista con el aguatinta, contemplando sus antecedentes goyescos y comenzando desde la necesidad cubista del tono y la gradación hasta llegar a la madurez, donde especularmente el pintor se convierte en tema de los grabados, y a la expresividad de su última época. Tomando como punto de partida el discurso del académico Teodoro Miciano, el primero en unir a Goya y a Picasso a través de esta técnica de grabado, se realiza una breve historia del grabado español, acompañando a Picasso con pintores-grabadores que han recurrido a la misma técnica para plasmar su sensibilidad sobre el papel, comenzando por Goya en el siglo XVIII, siguiendo con obras de Miró, Tápies y otros grandes maestros españoles del grabado contemporáneo hasta llegar a estampas realizadas en el siglo XXI por jóvenes creadores de gran talento.
El propio comisario de la exposición la explica con estas palabras: La exposición Picasso, pintor de grabados. El aguatinta propone dos itinerarios repletos de obras originales de gran valor artístico: en la sala temporal de Plaza de la Merced nº 13 se ofrece un completo recorrido por la obra gráfica picassiana con la técnica del aguatinta, excepcionalmente acompañado en algunos episodios por Francisco de Goya, mientras que en la sala de la Casa Natal, en Plaza de la Merced nº 15, se exhibe una breve pero intensa historia del grabado español al aguatinta realizado por pintores.
En 1972, en su discurso de ingreso a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, el grabador Teodoro Miciano plantea un sugestivo ensayo de título Breve historia del aguatinta (de Goya a Picasso). Toma un procedimiento técnico del grabado calcográfico, el aguatinta, de poca divulgación y técnica del grabado propicia a las grandes obras, utilizado indistintamente por los maestros del pasado y por los artistas de vanguardia del presente.
El grabado al aguatinta es una técnica de la calcografía o grabado en hueco que trabaja con las entallas abiertas en el metal y se encuadra dentro de los procesos indirectos en cuanto a su talla, ya que para grabar el artista se ayuda de la acción de un agente químico o mordiente. Su relevancia para la historia del arte consiste en que permite trabajar directamente el tono sobre la plancha, no solo la línea, facilitando que el pintor pueda realizar sobre una matriz una labor conceptualmente similar a la que realiza sobre un lienzo, sin olvidar las particularidades de cada campo. Ahí reside la importancia del procedimiento en el arte occidental, permitiendo la trama de puntos irregulares formada por la resina un control bastante exhaustivo sobre los resultados y su estampación, traduciendo directamente los deseos del artista y permitiendo un trabajo pictórico del pintor sobre el metal. Se convertirá en el aliado natural del aguafuerte, y a lo largo de los siglos cada artista adaptará el procedimiento a sus necesidades expresivas, sin limitaciones a la creatividad.
Picasso irá buscando nuevas formas de aproximación a la imagen a través del grabado, con la personalización tan extrema de la técnica que es la clave de su originalidad, y el aguatinta le permitirá pintar grabados. Tras el prólogo de los velos de tinta obtenidos en la estampación, será en la etapa cubista donde aparece trabajado ese tono en la propia plancha, sobre 1914, primero utilizando una plancha fotograbada y en la misma época aplicando un fondo resinado también para operar desde el negro al blanco, siempre rebajando los tonos. Comienza a ser imprescindible para el artista el instrumento denominado rascador, que crea destruyendo, disminuyendo metal y tono de lo grabado. El pincel aparecerá en 1925, como recurso imaginativo para crear pintando con el barniz de reserva y dejando una parte de la matriz para que reciba una mordida abierta y un tono similar al del resinado.
En los años treinta, antes de descubrir la ortodoxia del aguatinta, va a ensayar de diversas maneras grises sobre el metal, en una búsqueda del tono que a partir del impresor Lacourière se convierte en técnica sofisticada. Picasso va a practicar la forma de pintar directamente sobre la plancha, sin pensar en negativos y positivos mientras mueve su pincel, y esa posibilidad se la dará el aguatinta al azúcar, del cual obtendrá innumerables variantes, ensanchadas hasta el infinito con la posibilidad del ácido directo.
Con todo ese bagaje y con la mixtura de las diferentes técnicas y su ejecución en diferente orden encontrará la expresividad de su última época, estimulado por el soporte técnico de los hermanos Crommelynck y por una creatividad a prueba del tiempo.
La mayoría de grabadores de creación, como apuntaba Miciano, han admirado la labor o las ideas de Picasso –y Goya- en sus trabajos al aguatinta. El elenco de nombres expuesto junto a los dos grandes genios construye un panorama amplio de sensibilidades y estéticas diversas de la técnica en España, representado con un reducido número que a pesar de limitaciones y de dificultades permiten disfrutar la riqueza y el arte de la estampa nacional.
hasta el 3 de febrero de 2019
Fundación Picasso, en Plaza de la Merced nº 15 (Casa Natal) y nº 13