Fariña en el Teatro Romea de Murcia
‘Fariña’ no permite al espectador acomodarse en la butaca.
A una imponente descarga le suceden conversaciones entre vecinos de los pueblos hablando, comprando, consumiendo y manejando con soltura el famoso Winston de batea… un alcalde corrupto dispuesto a financiar una verbena, los más jóvenes probando la mercancía a escondidas…
El salto al narcotráfico ocurre en el escenario con la misma soltura con la que tuvo lugar en la realidad. De pronto, se escuchan ritmos de percusión y canciones. Se oyen otros acentos, bromas y bravuconadas. Las drogas toman el control: ostentación y subidón. Y, de nuevo, como sucedió en la realidad, aparece la tragedia. En forma de madres, chicos hundidos y operaciones policiales.
Tito Asorey
Ainé Producións, Undodez y Oqueteño Media