Fordlandia, es un espectáculo que combina danza, música y arte visual, diseñado y concebido por Matthew Golding, para mayor gloria y lucimiento de Lucía Lacarra que, en plena madurez, sigue siendo una bailarina de enorme sensibilidad, sofisticados registros y gran lirismo, dueña de esas ya características extensiones largas y flexibles, que han sido su fuerte durante muchos años de carrera, incluso cuando bailaba los grandes clásicos del repetorio.
La donostiarra Lucía Lacarra y su pareja, el bailarín y coreógrafo canadiense Matthew Golding, han creado un espectáculo que camina sobre una cuerda floja artística entre la danza y la reflexión cinematográfica. Sus largos segmentos cinematográficos han sido rodados en paisajes imponentes y muy cercanos a sus autores; la playas de Zumaia, tierra de ella; los bosques de Holanda, donde vive él, pues es bailarín habitual del Het Nationale Ballet, y en los interiores del Teatro de Dormunt, productor de la pieza. La parte audiovisual, de gran importancia en la propuesta, pasa por ser una declaración de principios frente a la invasión de obras en streaming que proliferaron durante el confinamiento. Estrenada en Dortmund (Alemania), el 19 de septiembre de 2020, el espectáculo comienza con un corte en el que se aprecia un teatro vacío y un escenario desnudo, donde dos bailarines entran y comienzan a habitarlo.
Fordlandia no cuenta con una historia narrativa, y está basada en las relaciones y sobre todo en los diferentes modos de separación forzada que puede existir en una relación, aún con amor.
Cuatro son los coreógrafos que firman las piezas que se presentan (Anna Hop, Yuri Possokhov, Juanjo Arqués y Christopher Wheeldon), donde la utopía y la idea de reencuentro son protagonistas, y que explota al máximo las posibilidades creativas y técnicas, fusionando cine, danza escénica, iluminación y música. Así, las coreografías se entrelazan por medio de cortos y proyecciones, y la narración refleja las formas como nos relacionamos y, a veces, nos vemos obligados a separarnos. La obra, combina músicas de Frédéric Chopin, Gueorgui Svirídov, Jóhann Johannsson y Arvo Pärt.