Para conmemorar el décimo aniversario del fallecimiento del bailarín y coreógrafo Antonio Gades, la Fundación que lleva su nombre recuperó uno de sus montajes más ambiciosos. Fuego es la versión de Gades en torno a la famosa obra de Manuel de Falla El amor brujo, un montaje que se estrenó con éxito en París (1989), pero que nunca llegó a verse en España. Una cita única con la historia de la danza que, además, cuenta con el aliciente de ver la influencia de Carlos Saura, colaborador en algunos de los espectáculos de Gades y difusor, como él, del flamenco en el mundo. Y es que, tal y como marcan los cánones del desaparecido artista, se hace necesario "volver a la tradición si se quiere evolucionar".