La banda sevillana Full vuelve a poner en marcha la maquinaria con Tercera Guerra Mundial, un segundo disco que explota, encanta, se mete en las tripas y se agarra al corazón. El arma del cuarteto para lograrlo es una colección de letras llenas de vida y verdad, y unas melodías que sin perder su guiño al rock, sorprenden desde lo pegadizo del pop.
Hasta ahora Full había sido un secreto a voces muy especial, un tesoro escondido en festivales de música, que desde el escenario iba hechizando a todo aquel que deseaba darles una oportunidad. Ese directo, con chispa, energía y cantado con mucho sentimiento fue durante meses la mejor puerta de entrada a Mi Primer Atraco (2013), un debut realmente meritorio a la altura de los grandes del panorama independiente español.
Full siguen armándose de historias de la vida, guitarras con mucha personalidad, y una base rítmica traviesa e hipnótica para continuar forjándose como uno de los grupos que, desde la sinceridad, sublima el pop rock interpretado en castellano.
Tercera Guerra Mundial encierra 10 canciones, cada una con méritos propios para convertirse en himnos festivaleros, de esos que se disfrutan cantando a todo pulmón y queriendo que nunca acabe la noche. Los fans se alegrarán al escucharlas y reafirmarán su cariño hacia el grupo; y los que aún no lo son, tardarán poco en convertirlas en su banda sonora particular.
Los discos son la carta de presentación de un grupo, lo que explica qué son y qué se puede esperar de ellos. En este caso, Tercera Guerra Mundial nos presenta en bandeja a una banda que traduce la delicadeza, el afecto, la sensibilidad y el alma en una colección de canciones para enamorarse, bailar, y celebrar la vida, la amistad y esa sensación querer conquistar la existencia. Eso es Full, un grupo que va a comerse el mundo.