Considerado uno de los puntales de la danza contemporánea francesa, Angelin Preljocaj trae dos creaciones: Ghost y Still Life. La primera, encargo del Festival Diaghilev de San Petersburgo, es una pieza con música de Chaikovski en homenaje a Marius Petipa que se sumerge en la mente del mítico coreógrafo mientras creaba El lago de los cisnes. A partir de este guiño, Preljocaj traza un viaje entre la actualidad y el pasado glorioso de la Rusia imperial. En Still Life, con música de Ryuchi Sakamoto y Alva Noto, los bailarines ponen en equilibrio toda su conectividad física y mental para evocar tanto la fatalidad del tiempo como la eterna resistencia de la vida.