Giselle, el famoso ballet con música de Adolph Adam, está considerado uno de los tesoros más puros de la danza clásica romántica, una gran historia de amor protagonizada por los celos que se sube al escenario dividida en dos actos. Con origen en una leyenda evocada por Heine, Giselle fue creada en 1841 gracias al libreto de Théophile Gautier, pero cayó en el olvido. Fue redescubierta en Francia por los Ballets Rusos de Diaghilev y desde entonces no ha dejado de representarse. Prueba de ello es este montaje que pone en pie el St. Petersburg Festival Ballet, fundado en 2011 con la intención de demostrar el talento de los bailarines más jóvenes.
