Goya y Picasso están considerados, junto a Durero y Rembrandt, los mejores grabadores de la historia del arte. En ambos casos, la obra gráfica ocupó un lugar relevante dentro de su producción artística. Maestros en la utilización del aguafuerte y la aguatinta -técnica relativamente nueva en la época de Goya-, sus estampas tienen en común no sólo una extraordinaria expresividad sino también el empleo de innovadoras técnicas. Uno y otro reflejan la influencia de Rembrandt en su trabajo. En la exposición Goya y Picasso. Grabados, que puede visitarse en la Galería A34 hasta el 29 de junio, se exhiben obras de estos dos grandes genios.