Esta colección, que se expone bajo el nombre de Homenatge a Picasso. Vallauris, 1972, recientemente adquirida por la Fundació Vila Casas, es un testimonio de las dinámicas artísticas en la Barcelona de los años setenta y demuestra que Picasso fue un modelo de actitud que favoreció la aparición de conductas intelectuales y artísticas críticas frente al franquismo.
En 1971, Picasso cumplió noventa años. Picasso era entonces un símbolo de libertad para un amplio sector de la sociedad. El artista fue el objetivo de una serie de atentados de grupos de ultraderecha perpetrados en librerías y galerías de arte que querían celebrar el natalicio. La exposición recupera la memoria de estos atentados y los presenta como acciones específicas y planificadas que conformaron una auténtica campaña contra Picasso.
Tras el atentado que destruyó su establecimiento, el joven galerista Santiago Palet, director artístico de la galería Taller de Picasso, solicitó a más de doscientos artistas y personalidades del mundo de la cultura una dedicatoria que debía hacerse sobre una pieza de algodón orlado para la exposición de homenaje que organizó en Vallaurís, en 1972.