Es uno de los cómicos más conocidos del momento gracias a sus intervenciones en el fenómeno radiofónico La vida moderna, pero también uno de los más polémicos e inclasificables. Ignatius Farray no hace comedia al uso ni mucho menos, de hecho él mismo se considera una especie de ‘bestia del humor’. Incorrección política sobre el escenario que no deja a nadie indiferente y que esconde un mensaje repleto de ironía y crítica social. En La comedia salvó mi vida, Ignatius nos cuenta cómo empezó en esto de hacernos reír, una forma (quizá) de ahuyentar la melancolía y, como él dice, de «regular la circulación».