No deja indiferente a nadie cuando sale al escenario. Lleva la broma hasta el extremo, demostrando que el humor es actitud. Fan de Faemino y Cansado y Stewart Lee, sus gritos guturales, gestos y desconcertantes barbaridades planificadas, dejan huella. Su objetivo es eliminar cualquier rastro de técnica para hacer de su comedia algo operístico y visceral.