Jesús Madriñán es uno de los fotógrafos más incisivos del panorama actual. Su trabajo se ha centrado principalmente en una reinterpretación del retrato entendido como un vínculo intermedio entre el género psicológico y el archivo de tipología. Su forma de trabajar es muy meticulosa y precisa; utiliza la cámara de gran formato y la película analógica, lo que hace que el trabajo asociado con la velocidad de los informes sea más complejo.
Este proyecto se formula como una renovación y actualización de la visión sobre la realidad del Camino de Santiago y sus peregrinos. A modo de diario, la muestra surge de la propia experiencia del fotógrafo como peregrino, capturando identidades a medida que se convierten en parte de sus días caminando.