El ganador del Premio de Pintura 2019, Jordi Martoranno expone su trabajo más espiritual, compuesto por veinte pinturas realizadas principalmente con óleos sobre tela de lino y con tinta china sobre papel Ukiyo-e, en el Museo Can Framis hasta el próximo 24 de enero. En este proyecto, el artista explora formas que se encuentran en las sociedades contemporáneas que han perdido su valor simbólico inicial y que han acabado transmutándose en herramientas tecnológicas y objetos cotidianos a través de distintos lenguajes y disciplinas. Gracias a la meditación, siguiendo las indicaciones del propio artista, cabría la posibilidad de activar aspectos donde lo experiencial y lo intelectual podrían ser sustituidos por la trascendencia.