Después de presentar sus monólogos solo o acompañado en una gira que le ha llevado a recorrer varios puntos del país, José Corbacho vuelve a protagonizar un espectáculo en el que se ríe de sí mismo y también, tal y como ha confesado: "De mi mujer. De mi hijo. De mi madre. De mi hermana. De mi cuñado. De mi familia. Y también de mi barrio. De mi ciudad. De mi país. De todos mis países. De mis gobernantes. De mis reyes y de mis príncipes. Y de mis principios. Sobre todo, de mis principios". Y ¿por qué se llama Ante todo mucho calma? Porque Corbacho amenaza con reírse también del público con el objetivo de hacerles reír aún más.