Kubik nace como el fruto de la colaboración entre la compañía vitoriana Teatro Paraíso y la belga Teatro de la Guimbarde. Dicha unión ha fructificado en un show en el que dos actores proyectan colores, formas y volúmenes, para dibujar un universo sensorial sobre un blanco original. Como si de un juego de construcciones se tratara, los niños asisten a continuas transformaciones.