La Casa de Bernarda Alba, está considerada como la última de las tragedias rurales de García Lorca.
¿Qué dice a los espectadores de hoy este drama de mujeres de los pueblos de España? Pues incide en la posición de la mujer en la sociedad con sus techos de cristal, diferencias salariales y su indefensión física ante la violencia, provenga de donde provenga. (Bernarda ocupa, sin ser consciente o siéndolo demasiado, el papel de la autoridad, del manejo del poder económico y la representación del orden establecido).
Y esa sería la mejor reflexión o lectura de la obra desde hoy, siglo XXI. ¿De dónde viene ese poder establecido que parece inamovible, tenga el aspecto que tenga?
Sipnosis La casa de Bernarda Alba
Tras la muerte de su segundo marido, Antonio María Benavides, Bernarda Alba, decide recluirse y guardar rigurosísimo luto, tanto ella como sus cinco hijas. El luto es roto por la llegada de Pepe el Romano, que pretende a la mayor, Angustias. Si bien es una costumbre real, García Lorca lo retrata insinuando que además de ser un drama de las mujeres en los pueblos de España, tiene también la intención de documental. El drama comienza con la entrada de la sirvienta hablando del despotismo de Bernarda y con la llegada inmediata de ésta, confirmando el riguroso trato a ellas y sus hijas, e imponiendo silencio. Cuando la hija mayor hereda una fortuna, es atraída por un pretendiente, Pepe el Romano; a partir de ese momento, se desatan celos y pasiones, desembocando en un final trágico, el suicidio de la más joven, Adela, quien no quiere someterse a la voluntad de su madre y piensa que su amado fue asesinado por su madre de un disparo. Bernarda, presume diciendo que su hija ha muerto virgen, poniendo por encima el concepto de honor y la reputación social, que la tristeza de la muerte de su hija.
Teatro Principal. Jueves, 13 de mayo – Domingo, 16 de mayo, a las 19.00h.