Cuando Ry Cooder aterrizó en La Habana en 1996, a requerimiento del productor británico Nick Gold, para grabar una sesión junto a músicos africanos y cubanos, poco podía imaginar que lo que en principio fue un fracaso, debido a que los músicos de Mali no pudieron viajar a la isla por culpa de su visado, acabaría convertido en uno de los discos más célebres de la historia de la música cubana.
Sí, porque cuando decidieron improvisar un álbum de son cubano, grabado con veteranos músicos locales, para aprovechar la estancia, no estaba ni remotamente en sus mentes el mega éxito que alcanzarían las sesiones de lo que terminó llamándose Buena Vista Social Club, en honor a un club privado de La Habana que cerró sus puertas en los años cuarenta del siglo pasado.
El disco, editado en septiembre de 1997, contó con un elenco de nombres, algunos de ellos poco conocidos fuera de la isla, entre los que figuraban Orlando ‘Cachaito’ López, Eliades Ochoa, Rubén González, Compay Segundo, Ibrahim Ferrer y Omara Portuondo, rescatando clásicos del son, boleros, guajiras, descargas e incluso «La Bayamesa», una canción tradicional patriótica. El éxito, impulsado por una posterior película documental de Wim Wenders, fue de tal calibre que desde entonces el nombre de la orquesta está grabado a fuego en la memoria de los aficionados a la música cubana.
Muchos de los miembros originales ya han desaparecido pero la Buena Vista Social Club sigue en perfecto estado de forma, reuniendo a algunos supervivientes y añadiendo miembros nuevos que llevan el pabellón cubano bien alto. Su gira de despedida viene acompañada por el disco «Lost and Found», una recopilación de temas inéditos rescatados por su sello World Circuit; algunos pertenecen a las sesiones originales en los estudios del sello Egrem y otros a grabaciones posteriores. Entre ellos destacan «Macusa», un dueto de Compay Segundo y Eliades Ochoa a la manera de «Chan Chan», Omara Portuando cantando «Lágrimas negras», tres temas en directo de Ibrahim Ferrer o «Como siento yo», el último danzón que grabó el pianista Rubén González.
Lugar: Palacio Real de Pedralbes
Avenida Diagonal, 686, Barcelona, 08014