La ridícula idea de no volver a verte, el gran éxito literario de Rosa Montero, se convierte en un monólogo teatral de la mano del dramaturgo Eugenio Amaya y la interpretación de María Luisa Borruel. Una experiencia, a medio camino entre lo escénico y lo literario, que pretende conmover a los espectadores hablando de la superación del dolor, de las relaciones entre los hombres y las mujeres, del sexo, de la vida, de la muerte y de la fuerza de la sabiduría para afrontar la existencia. Y es que el relato original está basado en los diarios personales de Marie Curie.