Verónica Forqué vuelve encabezando el reparto de una obra del prestigioso autor australiano Andrew Bovell. Ofrece un retrato complejo e intenso de los mecanismos de la familia (y del matrimonio) desde el punto de vista de cuatro hijos que se esfuerzan por ser ellos mismos más allá de las expectativas y el amor de sus padres.
‘Las cosas que se que son verdad’ en Burgos
Bob y Frank han trabajado duro para que sus cuatro hijos tengan las oportunidades que ellos nunca tuvieron. Ahora que sus hijos tienen sus propias vidas, es el momento de relajarse y disfrutar. Pero el cambio de las estaciones del año, como metáfora de los cambios que ocurren en la vida, traerá verdades ocultas. Nos harán cuestionarnos si quizás en las familias el amor que se da es excesivo.
En una casa suburbana, con un pequeño jardín, la familia de clase media afronta el paso de un año decisivo. A través del transcurso de las estaciones, condensarán el crecimiento y cambio de cuatro hermanos y hermanas y sus vínculos con su padre y su madre. Asistiremos al desarrollo de un organismo que mutará, se agitará y morirá, para seguir incontenible e imparable, respirando y transformándose. «Las cosas que sé que son verdad” es un retrato complejo e intenso de los mecanismos de la familia -y del matrimonio- desde el punto de vista de cuatro hijos. En su inmensa contención, la pieza sigue explorando un tema constante en la imaginería del autor: la relaciones, fisuras y vínculos de las personas con la naturaleza. La naturaleza, y a través de ella, aquello que está más allá del conocimiento y el dominio humano. Aquello que, en suma, a pesar de la ilusión del control, va trazando el transcurso de la vida.