La muerte de su padre obliga a David (Juan Hidalgo)
a hacerse cargo de su legado.
Entre sus pertenencias encuentra algo inesperado: las cartas de amor de otro hombre.
Desconcertado por el descubrimiento, decide visitar al supuesto amante de su progenitor,
Juan (José M. Serrano) y descubrir la verdad.
VISIÓN DE LA DIRECTORA CARMEN REY
Las heridas del viento es una obra viva, que te sorprende a cada escena, intriga al espectador
con una historia de amor/odio entre un hijo y su padre fallecido. Hace que el espectador reflexione,
sienta dudas y curiosidad como los mismos protagonistas de la historia, porque conmociona
el amor inagotable del ser humano y por ser un hecho tan real como la vida misma.
Ha sido para mí un regalo, la oportunidad de poder hacer vibrar al público mostrando una
gran historia siendo a la vez tan sencilla, pues habla de las emociones que tiene el ser humano,
contándolo con toda la intensidad para que el espectador empatice con los dos actores que
dan vida a los protagonistas. Actores que bajo mi humilde opinión reencarnan perfectamente
a David y a Juan. La obra no necesitaba adornos, puesto que la intensidad emocional de los actores
inunda el espacio escénico.