La Fonoteca de Arte Sonoro y Música Experimental de Murcia ha elaborado un programa de conciertos y un ciclo de escucha activa que se desarrollará durante los dos próximos meses. Lilith
Los directos, de aforo reducido, comenzarán el próximo viernes con los artistas murcianos Lilith, músico con más de diez años de trayectoria que combina ruidos, samples y grabaciones de campo, entre otros sonidos; y Salva Alambre, cuyo primer álbum en solitario se titula ‘Matemática ingenua’ (Repetidor, 2018).
El segundo de los conciertos, previsto para el 27 de noviembre, estará protagonizado por La Josephine, proyecto musical de José Joaquín Sánchez Ríos; y Builtthenburnt, nombre tras el que figura Jose Luis López.
Cerrarán la programación el 18 de diciembre Beatrix y Derek V Bulcke. Todos los conciertos tendrán lugar en la nueva ubicación de la Fonoteca, en el pabellón 1 del Cuartel de Artillería.
Allí también se desarrollará un ciclo de escucha activa compuesto por tres monográficos. Durante el mes de noviembre, y de forma diaria y continuada, la Fonoteca reproducirá piezas del artista polaco Zbigniew Karkowski. En diciembre, se podrá escuchar el trabajo del alemán Frank Rothkamm, cuya colección privada forma parte del archivo de la Fonoteca murciana.
El tercer monográfico, que se intercalará con los anteriores, es una selección de las piezas que actualmente se pueden disfrutar en la exposición ‘Audioesfera’ del Museo Reina Sofía de Madrid, conformada por más de seiscientas obras cedidas por la Fonoteca. Esta muestra, dedicada al arte sonoro, se inauguró el pasado 14 de octubre.
Estas actividades se complementan con los audiovisuales ‘The Great American Cassette Master’ (2015), ‘The New Punks’ (2016) y ‘Ziners’ (2016), que se podrán visionar ‘a la carta’ en las distintas pantallas con las que cuenta la Fonoteca. Igualmente se desarrollará la iniciativa ‘Audiciones, parte de una serie de podcast titulada ‘La política del ruido», de la artista sonora y coordinadora de la Fonoteca, Susana López, que propone «la apertura de las puertas de los auditorios para hacer entrar los ruidos de la calle».